En sus ropas frías reposa la conciencia
del día y los dolores de la noche,
en su enorme memoria mueren los dolores
y se inmortalizan los amores.
Mi alma siente frío,
ha perdido su abrigo de invierno
llora mi cuerpo este dolor
se desnuda constantemente en las noches.
La luna le ha perdido el cariño
y no la alumbra en sus caminatas largas,
descalzo en lluvia, sólo mi alma tiene frío.
Calienta sol, qué horas te esperan para amanecer.
La noche entumece el ser y los sentidos,
las sonrisas se pierden en la gris mirada,
los ojos se agrandan en un intento desesperado.
El frío quema el cuerpo pero abrasa el alma,
los recuerdos son leñas en el fogón del dolor.
Llora el alma y en sus lágrimas calientes
encuentra por fin consuelo.
Llora y llora, hasta el amanecer, llora y llora
hasta dejar de padecer.
Mira tú, sol, orgulloso, mírame tú.